Introducción

"Escribo porque tengo que hacerlo, porque la escritura llega, no todo el tiempo y no muy seguido. Tiendo a escribir por rachas, entre meses en los que no escribo nada. ¿Tiene la poesía algún propósito? No, excepto el de satisfacer la necesidad del escritor. Pero la sociedad sería de lo más pobre si la poesía no existiera."

Nota: este párrafo no se me atribuye a mí, es de un escritor, pero no recuerdo su nombre.

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sábado, 8 de septiembre de 2012

Quédate a pasar la noche.

Quédate a pasar la noche
y juguemos un rato más
a que no tenemos ropa puesta.

Quédate a pasar la noche
y desatemos el silencio
que gritan nuestros cuerpos.

Quédate a pasar la noche
y mirémonos sin mirarnos.
En la oscuridad,
la luz que compartimos habla.

Quédate a pasar la noche
y mis labios y tu piel
nos contarán cosas de nosotros,
que nosotros mismos no sabemos.

Quédate un minuto más
y dejemos que la noche se deleite
con la danza que impone tu cuerpo
sobre mi cuerpo.

Quédate una hora más
y quedémonos asombrados
con cómo nos vemos
en este estado natural

De locura y desmesura
de impulsos y deseos
que ni se hablan, ni se curan
sólo se muestran y se transforman

En energía que corre desmedida
debilita mis tobillos y fortalece mis manos
que se mueven por sí solas
y exploran, como si fuera la primera vez
que contemplan tal suavidad
o que brindan caricias semejantes.

Tú tan sublime y yo tan incauto.
y perdóname si me desbordo,
si me paso un tanto de la raya;
pero si me sigues tentando así,
Señora mía,
no pretendas que controle mi ser
por un momento más.

viernes, 6 de julio de 2012

Quiero contarte.

Que tu sonrisa viene a mí
como el sol en el oriente
que anuncia un nuevo día,
y que la oscuridad no es para siempre.

Que tu voz me despierta,
tan suave y dulcemente
-como tú-,
para hundirme en otro sueño profundo.

Que tu cintura la recibo
en mis brazos
como recibe una guitarra
mis dedos;
y como maravillosamente
recibes tú mis besos.

Que la forma en que tus piernas
abrazan mis piernas
al besarnos,
me pone los pelos de punta,
y mi corazón palpita
como si no hubiera mañana.

¡Que se caiga el cielo y estallen las estrellas!
Pero que tus ojos
nunca dejen de brillar.

Que se acabe un día a tu lado,
pero que al siguiente
vuelvas a tomar mi mano.

¡Que se calle el mar y se silencien los vientos del invierno!
Pero que jamás dejen tus pulmones
de dar aire a tu voz.

Que hace tanto no escribía,
y qué alegría hacerlo por ti.

Y que usted, mi señora,
me resulta irresistible
en innumerables sentidos.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Caja de zapatos

Mis recuerdos
prefiero no revisarlos muy a menudo
yo prefiero guardarlos
en una caja de zapatos.
Una caja infinita
en la que encuentro siempre algo
diferente a lo anterior.
La abro y muevo las telarañas
y revuelvo un rato lo que hay.
Siempre una foto
un aforismo
un corto trozo
de papel
son un viaje distinto.

Mis recuerdos
prefiero revisarlos cuando estoy solo
o cuando estoy en buena compañía.
Prefiero mostrar los bellos
en una vitrina de cristal.
Un monumento a mi pasado
a quien fui.
Mis recuerdos
mis viajes, mis tormentas
prefiero escribirlos en un cuaderno
o dibujarlos en un diapasón.
prefiero guardarlos
en una caja de zapatos.
A veces al abrirla
saltan arañas, libélulas y pestes
que lastiman un tanto mi piel
y reabren las cicatrices.
Pero de un modo extraño
difícil de entender
bizarro,
me recuerdan por qué sigo caminando
por qué voy a donde voy.

Así es que mis recuerdos
prefiero conservar.
Sean de azúcar y canela
o de tequila con limón
porque me conocen como era
y me definen como soy.