Introducción

"Escribo porque tengo que hacerlo, porque la escritura llega, no todo el tiempo y no muy seguido. Tiendo a escribir por rachas, entre meses en los que no escribo nada. ¿Tiene la poesía algún propósito? No, excepto el de satisfacer la necesidad del escritor. Pero la sociedad sería de lo más pobre si la poesía no existiera."

Nota: este párrafo no se me atribuye a mí, es de un escritor, pero no recuerdo su nombre.

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jueves, 24 de junio de 2010

El Aroma

El Aroma.
Aquella trampa tentadora que despierta un hambre voraz.
Ese veneno que duele y complace,
Y mientras más te destruye, más lo deseas.
Este objeto que me enreda y me desenvuelve,
Me asfixia y me revive.

El Aroma.
Aquella pintura que quieres desdibujar para nadar en sus colores.
Ese castigo que te premia,
que te incita a cometer el crimen.
Este mal necesario para cumplir el bien,
Antídoto de sí mismo.

El Aroma.
Aquella canción que es cantada en tu interior,
pero inaudible para el exterior.
Esa amarga perdición,
Color de la tentación,
Dicha sin razón.
Este virus imparable,
Que llega hasta tu fondo y lo corrompe,
Haciéndote cumplir, los más acertados errores.

¿Y Qué Más Pasará?

¿Qué pasará cuando pierdas tu alma?
¿Qué pasará cuando envenen tu ser?
¿Qué pasará cuando el viento robe tu aire?
¿Qué pasará cuando veas el reloj, y te des cuenta de que no se encuentra?
¿Qué pasará cuando el futuro sea el pasado?
¿Qué pasará cuando maten tus ojos, tus oídos, y tu voz?
¿Qué pasará cuando aprendas a existir de una manera maquinaria?
¿Qué pasará cuando penetren en tu mente?
¿Qué pasará cuando no entiendas tu idioma?
¿Qué pasará cuando no reconozcas a tu gente?
¿Qué pasará cuando te olvides de tu hogar?
¿Qué pasará cuando te encuentres con la verdad?
¿Qué pasará cuando conozcas el arrepentimiento?
¿Qué pasará cuando veas el precipicio?
¿Qué pasará cuando no haya vuelta atrás?
¿Qué pasará cuando el sol se ponga?
¿Serías capaz de destruir todo lo que tienes sólo para poder volverlo a anhelar?

Al final, serás tan pobre que sólo tendrás dinero...

miércoles, 23 de junio de 2010

A La Deriva

Estoy en el limbo, colgando de una línea.
Tengo miedo de seguir y caerme, y volver a sentir ese horrible dolor.
Pero siento ganas de arriesgarme, ya que el arribo puede ser maravilloso.
¿Qué debería hacer?
Ay, tantas contradicciones en mí.
Tantas voces chocando y expresando comentarios de maneras opuestas, haciendo corto circuito.
Van desesperadas por mis pasillos buscando demostrar que su punto es correcto.
Quieren convencerme y yo necesito tiempo para decidir.
Aunque no sé si mis desenfrenados sentimientos puedan esperar a mi cerebro.
Me tomaría mucho tiempo reconstruir mi fortaleza si se trata de un Caballo de Troya quien está entrando.

"Aquél que pretende observar la situación desde todos los ángulos, nunca decide." -Anónimo

"Es tan corto el amor y tan largo el olvido." -Pablo Neruda

Tantas Veces

Allí estaban dos cuerpos, siendo.
Recostados en un árbol de hojas naranjas que los tapaba del sol radiante, mientras era admirado por ellos desde la lejanía.
No existía el tiempo.
Respiraban sonrisas y se alimentaban de besos.
Todo era perfección.
Él le profería su amor a ella y viceversa.
Bebían el elixir más escaso y exquisito.
Todo era hermoso, no había complicaciones, ni rutina, ni horarios.
Nada de dinero, eran suficientemente ricos, ahí, sólo ellos dos.
No había poderíos políticos ni peleas por éstos, el amor les proporcionaba una fuerza jamás imaginada.


Qué bien sabe, ¿no?
Poder imaginar algo tan bello, y llevarse al éxtasis irreal de casi recrearlo.
Y qué fuerte duele, reconcer que es imposible lograrlo.

Pienso más en las agridulces fantasías y mentiras de lo que debería.
Y es que es algo que he sufrido muy fuertemente.
Tantas veces soñé con que pasaría.
Tantas veces creí que se cumpliría.
Tantas veces me engañé con el deseo,
De vivir en una realidad de papel,
La cual he dibujado con palabras tantas veces,
Tantas Veces.