Hoy he soñado con ella, y aunque aún no es real, hemos hablado.
Ella, la sincronización cósmica casi increíble, sigue siendo no más que una burbuja irreal para mí.
Pero últimamente he aprendido que a un corazón no se entra por la fuerza y el destino es un rebelde a quien no le interesa cuánto necesites algo, es él quién decide cuándo te lo obsequia.
Por fin le he visto y puedo imaginarme cómo será cuando estemos juntos, pero lo siento tan lejos...
Me duele no recibir algo ahora, pero sé que la paciencia que forjaré me será de gran ayuda.
La amo sin siquiera conocerla, o tal vez, ¿amo la idea de amarle? Me inclino mucho más hacia eso, pero cuando el destino me golpee, y vuelva a ver su rostro, esta vez real, quisiera que por una vez el amor me tratara con gracia.
Mientras tanto, mi mayor refugio es la danza de este lápiz sobre un viejo cuaderno que es hogar para mi personalidad y mis sentimientos.
Un cuaderno que está por agotarse pero me ha servido como gran amigo que me permite confiarle historias dramáticas mientras el frío de la noche calienta mi habitación.
Estas hojas, este lápiz y esta lluvia son lo que necesito para escribirle a Ella, la que no es Real, esperando que lo sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario