Había un tiempo, en que los árboles cantaban.
Y las rosas danzaban, y las nubes no lloraban.
Y era un tiempo, en que mi alma se hidrataba,
De tu sonrisa y tu mirada, y con tu sufrir sollozaba.
Y era un tiempo, en que la sangre era dorada.
Y ningún rey a un esclavo mandaba, mientras el esclavo así ordenara.
Y era un tiempo, en que las emociones se materializaron.
Y un líder se rindió ante su mejor maniobrador, su más astuto traidor.
Cuando un pasado que nunca sucedió te abraza y desgarra,
Cuando un futuro que nunca vendrá te ilusiona y te amarra,
Cuando respiras mentiras, cuando no sabes lo que dices y no dices lo que piensas.
Ahí estaré.
Y todo lo que ocurrió entre tú y yo mientras tú estabas,
En mi oscura y destruida mente.
Y todo aquello que pasó en mi imaginación mientras yo te entraba,
En ella secretamente.
Se me vendrá encima, y me devorará... la furia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario