En una pequeña esquina.
Abrazada tú a mí y yo a ti.
Invisibles.
Compartimos un corto beso cada tanto.
En el silencio nos escondimos,
y con sólo rozar nuestros labios,
lo más dulce dijimos.
Tus labios, más dulces que aquel dulce que compartimos esa tarde.
Tus ojos, más brillantes que las estrellas que tras las nubes se escondieron,
demostrando su respeto ante tal hermosa luz que estaba en tus ojos.
Tendida ahí, radiante ante mí.
Tan sublime, tan tú.
Incitándome con una sonrisa a que jugáramos un rato a intentar ser uno.
Y como siempre, caí ante ti.
Tu bello pelo,
Tu hermosa sonrisa,
Tus virtudes,
Tus defectos,
La suavidad de tu voz,
Tus ojos,
Tu boca,
Tus facciones,
Tu cuerpo,
Tus besos,
Tu sinceridad,
Tu forma de quererme,
Mi forma de quererte,
Tu cariño,
Tu manera de curarme.
Sigue siendo increíble cómo haces que caiga de rodillas, que a tu tacto mis tobillos se desplomen, que con tus palabras me ponga feliz o triste, que en tus ojos me pierda tan fácilmente, que con tus labios me embriague de tal manera, que en tus brazos pueda sentir esa protección de que nada nos puede herir...
Sigue siendo increíble aquella mente tan peculiar y única, tan distinta a todas las demás, tan tuya, será por todo esto que tanto es lo que te quiero.
El 6 de diciembre escribiste lo que el 21 me haría estar segura de que estas enamorado :P
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